No hay Arte sin Artesania...

Una de las premisas esenciales acerca del conocimiento de lo humano es la concepción de que somos seres gregarios por naturaleza, es decir, seres sociales que se unen a otros seres semejantes con los cuales compartimos, convivimos, creamos y nos desarrollamos. Manifestamos nuestra individualidad y también la de nuestro grupo creando a través de diversos medios ya sea artefactos, símbolos o sonidos que nos conectan con otros seres y otros mundos, en la actualidad podemos expresarnos a nosotros mismos, sacar afuera lo interior solo como un ejercicio de desahogo, pero también podemos comunicar a través de nuestra creación, cuando buscamos transmitir una idea que esperamos sea recibida e interpretada por otros

Podemos asociar el Arte Rupestre y la fabricación de artefactos a medios de expresión de la creatividad humana, la cual es la base de la riqueza cultural de los pueblos. La creatividad nos comunicó con los Dioses y creó la tecnología, buscando siempre medios materiales para lograr fines inmateriales. Los petroglifos, aun cuando no podamos interpretar inequívocamente los símbolos encontrados, son el testimonio de la necesidad intrínseca de conexión que posee el ser humano y que pervive en todos los ámbitos del ser, la artesanía ha sido históricamente el medio de expresión de los pueblos, ambos comunican o transmiten, un descubrimiento, una necesidad, una idea o una emoción.

Por esto asociamos la artesanía al arte popular y la natural expresión de las personas, porque el concepto actual de arte es un capricho intelectual que busca separar a las personas de otras otorgándoles a su creación un status diferente al del que realmente poseen. Las técnicas no diferencian una expresión de otra, de hecho según esta concepción la técnica precede al arte y por tanto la artesanía sería la esencia del arte que pretende llevar a la técnica a un nivel superior arrastrando con ella concepciones sesgadas acerca de lo bello y lo útil. El arte que solo refiere a sí mismo, que necesita de una validación constante o que sólo se asocia al lujo y la superioridad intelectual, podemos asociarlo con el ego y a la razón, mientras que la artesanía permanece siempre ligada al cuerpo, a la tierra y la intuición. Buscando descubrir lo que somos capaces. El arte es un juego de máscaras mientras que la artesanía es el rostro desnudo de un niño jugando en el charco.

No existe el arte sin artesanía, los primeros creadores debieron aprender a hacer para expresar, debieron inventar las técnicas que otros perfeccionarían y debieron compartir para perdurar. No existen genios individuales, el ser se nutre y alimenta siempre de su entorno; por lo tanto, podemos decir sin dudar que todo arte es colectivo (como todo saber es colectivo) y que siempre trabajamos y creamos sobre hombros de gigantes.