El Símbolo y la Cultura
No podía continuar el aspecto teórico de este proyecto, que para mí es lo que le otorga sentido a todo, sin escarbar hasta el fondo esperando encontrar la esencia de las cosas, en este caso de la expresión creativa humana, llegando al poco andar hasta la neurociencia con el descubrimiento de las neuronas espejo y su injerencia en la imitación y la empatía, a la antropología con la forma de vida de los humanos en distintos lugares y su manera de interpretar la vida o la filosofía que siempre ha ofrecido respuestas a aquello que no podemos contar ni medir.
Me motivaba descubrir cuál era el motor que impulsaba al ser humano arcaico a crear, así como a los artesanos modernos, no solo utensilios, sino también símbolos que les permitían ilustrar y compartir conocimiento. Descubrí que el arte rupestre, como expresión creativa del ser humano, se encuentra en todos los territorios habitados y se caracteriza porque utiliza la naturaleza como soporte. Y aunque ha sido utilizado en múltiples contextos a través de los tiempos no se tiene una respuesta precisa respecto a su significado en específico. Estas expresiones que hoy son ejemplos del universo simbólico del ser humano son lo que lo define a él y a su creación y es lo que nos permitió impregnar orden en el cosmos a través de los símbolos que creamos y que nos permiten traducir el mundo sensible y material junto con representar y comprender el mundo espiritual o inmaterial.
Este instrumento de la conciencia permitió que el misterio se convirtiera en una imagen en la que confluyó la impresión externa y la expresión interna, transformando la piedra en una herramienta que proveerá de utilidad material o un símbolo en una llave que abrirá la puerta a aquello que está más allá de la experiencia sensible y del conocimiento empírico. De esta manera la fabricación de herramientas y la creación de formas simbólicas implicaba la conjunción de los aspectos más importantes del ser. Quedando como registro en el arte rupestre que podemos ver hoy y que congela en un gesto esta expresión simbólica que nace de la esencia del ser humano y que dio comienzo a la cultura en sus diversas expresiones.
Los petroglifos de Guaiquivilo que utilizaremos para la creación de las piezas de orfebrería se enmarcan dentro del arte rupestre de la zona central de Chile, donde existen varios lugares "marcados". El estilo presente en ciertos sectores de la cordillera del Maule representan un estilo diferenciado en Chile y la región y ha sido denominado "Guaiquivilo" por Hans Niemeyer, ya que se ubican principalmente en las zonas del valle del rio del mismo nombre, destacándose entre ellos los ubicados en el cajón de Calabozos y de Valdez, en los que se pueden encontrar representaciones biomorfas como impresiones de pies y manos, animales, plantas y figuras geométrico abstractas.